Segundo Concurso de Poesía de Heptagrama

A LA ORILLA DEL MAR

Clara y triste se ve el agua,
en esta bahía asomada a la noche,
viendo cómo pedazos de plata,
se posan en sus cabellos de azabache.

Impetuosa espuma que se alza,
al encuentro de lo que no alcanza,
esas cenizas de las nubes,
donde tu, si quieres, subes.

Para después bajar, bajar,
en ese eterno ciclo natural,
respirando tu perfume de azahar,
en el lecho de la costa tropical.

Bájame pues mi sencillo lucero,
para que me sirva de cenicero,
ahí en la bóveda celeste,
transmutado en campo agreste.

He aquí nuestra suprema vida,
nuestro futuro y suerte,
más allá no queda nada,
solo pasado y negra muerte.

Luis Asenjo Robles. España.

Con este poema participo en el segundo Concurso de Poesía de Heptagrama

Comentarios

Alex Lamas ha dicho que…
Pues espero que tengas suerte en dicho concurso aunque me parece un poema precioso.

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