Oda a Federico García Lorca


Huerta de San Vicente, Granada. (diciembre de 2022)

La luz se filtra por las contraventanas verdes, y un rayo ilumina el piano oscuro, el piano de Federico.

Lo ha tocado desde Manuel de Falla, pasando por Lou Reed hasta Patti Smith. Sin embargo Federico lleva 87 años sin tocarlo, teclas blancas de marfil, mudas sin su legítimo propietario.

Los muebles están intactos, la cocina es la misma en la que comió y cenó Federico. En el salón un retrato del mismo en bata observa, tranquilo, el paso del tiempo y a los turistas pasar, satisfecho. El tiempo no ha borrado tu memoria.

La chimenea es humilde, los platos de color cobrizo siguen sobre el mantel de croché. En la Huerta de San Vicente nada ha cambiado, aún se siente tu presencia, Federico, poeta de lo extraordinario y de lo cotidiano, hermano, amigo.

En la huerta, mi sobrina juega alrededor de un álamo enorme, posiblemente el mismo que vio crecer al pequeño niño Federico, y pienso en el piano, en Manuel de Falla, en Lorca, en cómo ha cambiado todo, y una pequeña lagrimita se me resbala por la cara, entre lirios y azucenas.

Federico García Lorca llegó a su casa familiar en la Huerta de San Vicente el 14 de julio de 1936. El día 18, festividad de San Federico, se anunció la sublevación militar contra la Segunda República. El 20 de julio se produjo el alzamiento en Granada. El poeta permaneció en la Huerta hasta el 9 de agosto, y tras una serie de graves incidentes se refugió en Granada, en casa de la familia de su amigo y poeta Luis Rosales. Fue asesinado en Víznar el 18 de agosto.


Comentarios

Entradas populares