¿POR QUÉ SEGUIMOS PERDIENDO? UN ANÁLISIS DE LA IZQUIERDA ACTUAL EN ESPAÑA (otra vez)



Hace tres años escribí un artículo comentando la situación de la izquierda en España. Léelo en este enlace. Después de todo este tiempo, creo conveniente actualizar mi análisis.

Las cosas han cambiado en estos años muy rápidamente, parece que el "resurgimiento" de la izquierda empieza a tomar forma, como respuesta al refuerzo de la ultraderecha, como algo puntual como en todos los periodos de crisis económica, históricamente hablando (así es el neoliberalismo, amigos), pero seguimos encerrados en la melancolía y en las ideas de un pasado que deberíamos de actualizar. Así nos ha ganado el gobierno Almeida y Ayuso en Madrid, con una mayoría absoluta, y conformándonos con ser líderes de la oposición. Yo no me conformo. Quiero que tengamos de vuelta el gobierno de Cibeles, de la Puerta del Sol y de la Asamblea de Vallecas.

Como he dicho, las cosas han cambiado, ahora tenemos, ante la pérdida de fuelle de Podemos, exhausto ya después de tantos años, donde han perdido su espíritu del movimiento 15M y se han rendido ante las formas de un partido político tradicional, aferrándose a puestos, títulos y sueldos, a la vicepresidenta del gobierno que ha sabido organizar la plataforma Sumar, siguiendo un poco el espíritu de los "Pactos del Turia", donde incluso consiguió integrar al propio Podemos, junto con Izquierda Unida, Más Madrid, Partido Comunista, Verdes Equo, Más Madrid, Chunta Aragonesista, Compromís, En Comú Podem, Iniciativa del Pueblo Andaluz, Izquierda Asturiana, y un largo etcétera de partidos y movimientos nacionales y regionales. Puede parecer una tontería, pero hemos conseguido unir a toda la izquierda dispersa en un único tejado. El reto consiste en mantenernos bajo ese techo a todos.

En palabras de Elizabeth Duval:
"Si ser marxista hoy es ser pesimista, melancólico, inclinado al pasado, o sea, todo lo contrario de aquello que ser marxista supuso precisamente en ese pasado, habremos de plantearnos si hay mayor traición al marxismo que la criogenización de esas semillas irrealizadas de futuro y la incapacidad para generar nuevas imágenes."

Y dicho esto, creo que me está quedando un artículo un poco más informal de lo que suelo publicar. Voy a intentar solucionarlo, metiéndome un poco más en el farragoso mundo de la teoría. ¿En qué punto hemos mejorado? Creo que hemos partido varios melones que antiguamente no habíamos abierto. Me siento especialmente orgulloso de haber puesto en el punto de mira la reducción de la jornada laboral y la subida del salario mínimo. Desde los puntos de vista aceleracionistas es un tema que siempre hemos defendido, además de forma progresiva, hasta llegar a la automatización del trabajo, alcanzar un modelo postcapitalista, y todas cobremos un Ingreso Básico Universal. Tiempo al tiempo, como decían Alex Williams y Nick Srnicek, "Es necesario construir el futuro". Otro tema es el foco que hemos conseguido poner sobre la salud mental, tabú durante tantos años, y ya hacía falta, porque somos demasiadas personas que sufrimos ansiedad, depresión y otros tipos de patologías, peligrosamente inoculadas por el sistema neoliberal actual, donde no sabemos cuanto durará nuestro contrato, nuestros ingresos, nuestro alquiler, o nuestra propia vida. ¿Más puntos en los que hemos mejorado, aunque sigamos perdiendo? Defensa de unas ciudades más verdes contra el cambio climático, defensa con uñas y dientes de los derechos feministas y del colectivo LGTBIQ+. ¿Sigo? Estamos en un panorama muy prometedor, pero también muy delicado. 

¿Seguimos perdiendo? Si, seguimos en el papel del perdedor que se queda melancólicamente pensando en tiempos mejores, en vez de mirar hacia adelante, identificar el problema, y lanzar propuestas, sin dudar, dejarnos de las separaciones, dejarnos de las rencillas e insultos con las derechas, y pensar más en la felicidad, nuestra felicidad, en hacer que todas y todos vivamos mejor, superando las ruinas de un pasado ciclópeo que (todavía) nos siguen lastrando.


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