Manifiesto Ácido-Comunista: Por una Liberación de la Imaginación Colectiva

1. En defensa de la imaginación radical

La realidad no es un destino, es una construcción. Rechazamos el realismo capitalista que nos dice que "no hay alternativa". La imaginación es un acto político: al soñar mundos distintos, desafiamos las cadenas de lo posible. Declaramos nuestra lealtad a los futuros que el presente no puede concebir.

2. El individualismo es un espejismo; somos comunidad

El capitalismo nos ha aislado, fragmentado, y vendido la mentira del éxito individual. Rechazamos esta ilusión. Somos nudos en una red infinita: nuestras luchas, sueños y deseos están interconectados. El comunismo ácido es una invitación a disolver el "yo" capitalista en el "nosotros" comunal.

3. Lo comunal es sensorial, afectivo y festivo

El comunismo no es solo una estructura económica; es una experiencia colectiva. Es el calor de una conversación compartida, el éxtasis de un baile en común, la conexión de una mirada sincera. Lo colectivo no debe ser gris y severo; debe ser vibrante, sensorial y profundo.

4. Reapropiación de lo psicodélico: expandir las mentes, desbordar las normas

Lo ácido no es evasión; es transformación. Apostamos por experiencias (culturales, sensoriales, espirituales) que expandan nuestra percepción más allá de los límites impuestos. Lo psicodélico es un portal hacia la solidaridad: un modo de percibir al otro como parte de uno mismo.

5. Destrucción creativa: el arte como herramienta insurgente

El arte es un arma contra la opresión. Usaremos las herramientas de la creatividad para hacer estallar las lógicas de consumo, dominación y exclusión. Declaramos guerra contra el arte decorativo del mercado; queremos arte que sacuda, que incite, que reconstruya.

6. La utopía como praxis

La utopía no es un lugar inalcanzable; es un horizonte que guía nuestra práctica. Queremos un comunismo que sea emocionante, deseable, y vivo. La utopía se construye aquí y ahora, en actos cotidianos de resistencia y solidaridad.

7. Tecnología y ritual: entre lo ancestral y lo cibernético

No tememos a las máquinas; las desprogramaremos. La tecnología no debe ser una herramienta de control, sino un medio para fortalecer las conexiones humanas. Entre el fuego del ritual y la electricidad del circuito, construiremos nuevas formas de comunidad híbrida.

8. Resistir la cooptación capitalista

El capitalismo es un vampiro que se alimenta de nuestras revueltas. Reivindicamos el derecho a lo incomprable, a lo inasumible. Nuestras experiencias, deseos y sueños no serán mercantilizados.

9. El placer es político

Rechazamos el moralismo gris que intenta disociar la política de la alegría. La lucha comunista no es solo trabajo; es también celebración. El placer compartido es una forma de resistencia contra la alienación.

10. Inacabado y mutante

Este manifiesto no está completo, ni lo estará jamás. El comunismo ácido no es una doctrina cerrada, sino un rizoma en constante expansión. A medida que soñamos, luchamos y creamos, el manifiesto mutará con nosotros.


¡La revolución será festiva, o no será!

Convocamos a artistas, activistas, pensadores, soñadores y cualquiera que se niegue a aceptar que este mundo es todo lo que hay. Venid, inventemos juntos las formas de un comunismo vibrante, ácido y emancipador. ¡Desbordemos el presente!



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